El 26 de febrero la oficina de De Mistura comunicó que el enviado especial quiere obtener más información sobre las propuestas del ministro ruso de Defensa encaminadas a mejorar la situación humanitaria en Siria.
"El ministro de Defensa y general del Ejército Serguéi Shoigú presentó por vía diplomática al enviado especial de la ONU para el conflicto sirio, Staffan de Mistura, la explicación del conjunto de medidas que se implementan por el Centro ruso para la reconciliación de los bandos del conflicto por la orden del presidente ruso", dice el comunicado.
Indicó que durante ese tiempo las autoridades sirias dejan de atacar a los terroristas.
Shoigú apuntó que para la salida de los civiles se habilitó, con la ayuda de la Media Luna Roja Árabe Siria, un paso humanitario que lleva a la localidad de Muhayam Al Wafedin.
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Agregó que los civiles obtienen información sobre las rutas para salir de la zona de peligro mediante folletos informativos, mensaje de texto y radiodifusión.
En octubre de 2017 las milicias kurdoárabes de las Fuerzas Democráticas Sirias, con el apoyo de Estados Unidos, tomaron el control de Al Raqa, que desde 2014 estaba en manos de Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países).
De momento está controlada por EEUU, que se niega a otorgar el control bajo la ciudad al Gobierno sirio.
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El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, denunció que los habitantes de Al Raqa viven una "catástrofe humanitaria que sus 'libertadores' de la coalición internacional liderada por EEUU se empeñan en pasar por alto", al agregar que mientras antes del inicio del asalto en la ciudad vivían unas 200.000 personas, "hoy en día viven tan solo 40.000 civiles".
Además, Estados Unidos tiene una base militar en la zona de 55 kilómetros cerca de la ciudad siria de Al Tanaf, donde, según insiste, entrena a las "fuerzas aliadas" de la oposición armada para luchar contra los terroristas.
Así, en enero pasado la Cancillería rusa apuntó que la zona cerca de Al Tanaf, "ocupada" por EEUU, obstaculiza los suministros de ayuda humanitaria al campo de los refugiados de Rukban, donde unas 60.000 personas "están en una situación de extrema necesidad y sufren la grave escasez de alimentos y medicamentos".
Por su parte, Konashénkov indicó que EEUU permite a los grupos radicales controlar el campamento de Rukban y retener allí a los refugiados por la fuerza.