El ataque "es el resultado de la sistemática incitación (a la violencia) que realiza la Autoridad Palestina", dijo Netanyahu en la apertura de una reunión de su gobierno, confiando en que Abás "condene el ataque y no intente justificarlo".
Los tres fallecidos israelíes son un policía y dos vigilantes de la colonia de Har Adar, en la Cisjordania ocupada, no lejos de Jerusalén.
El agresor se hizo pasar por un trabajador del asentamiento, pudo acercarse al portón de entrada de la colonia y abrió fuego.
La prensa local identifica al atacante como un padre de familia residente el pueblo palestino de Beit Surik con permiso de trabajo en los asentamientos israelíes.
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Desde el martes 25 de septiembre por la mañana, Beit Surik, el pueblo de Cisjordania donde vivía el atacante, está acordonado por las fuerzas de seguridad israelíes y sus habitantes se encuentran confinados en sus casas.
"La Autoridad Palestina continúa instando a matar judíos, entroniza y loa a los asesinos, ésta es la principal razón de ese ambiente de incitación a la violencia en la prensa y en las redes sociales que provoca ataques terroristas contra ciudadanos de Israel", agregó por su parte el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman.
Según el responsable "no hay diferencia entre el terrorismo palestino, alimentado desde las instituciones palestinas, y el terrorismo islámico radical" que perpetra ataques en Europa y otras partes del mundo.
