Los enviados especiales de los BRICS para la región del Medio Oriente, en un comunicado conjunto que adoptaron el 12 de abril al término de una reunión en Visakhapatnam, India, expresaron su firme condena al uso de armas químicas.
"Condenando enérgicamente el uso de armas químicas por cualquier persona y en cualquier circunstancia, pidieron a la comunidad internacional que se mantenga unida al abordar el uso o amenaza del uso de armas químicas y subrayaron la importancia de continuar la cooperación entre la Secretaría Técnica de la OPAQ, el Mecanismo de Investigación Conjunto de la OPAQ-ONU, con las autoridades sirias", señala una nota de prensa publicada en el sitio web del Ministerio ruso de Exteriores.
En la madrugada del 7 de abril, EEUU lanzó decenas de misiles de crucero Tomahawk desde dos buques de guerra emplazados en el Mediterráneo contra la base aérea de Shairat, en la provincia siria de Homs.
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El ataque fue presentado como represalia al uso de un gas tóxico en la provincia de Idlib, del que Washington culpa a Damasco.
Según EEUU, los aviones sirios habían salido del aeródromo de Shairat para bombardear la localidad de Jan Sheijun donde el empleo de agentes químicos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) causó el 4 de abril más de 80 muertos y medio millar de intoxicados, entre ellos muchos niños.
Las sustancias tóxicas fueron retiradas de Siria gracias a un acuerdo entre Moscú y Washington y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) anunció su total destrucción en enero de 2016.
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No obstante, el Departamento de Estado de EEUU publicó en junio de 2016 un informe que acusaba a Siria de seguir empleando armas químicas contra la población.
Por su parte, el entonces Alto Representante Interino de la ONU para Asuntos de Desarme, Kim Won-soo, declaró que los expertos de Naciones Unidas siguen sin poder confirmar la total destrucción en territorio de Siria de las instalaciones para la producción de armas químicas.