Asad expresó que cuando el Gobierno sirio anunció la tregua en Alepo, los grupos armados la rechazaron "públicamente".
"No es nuestra propaganda, no es nuestra declaración, se trata de su propia declaración", afirmó.
Señaló que ni las tropas del Gobierno ni la Fuerza Aérea de Siria y Rusia estuvieron en la zona del ataque, utilizado más tarde por Occidente para la propaganda contra Siria.
La misión humanitaria estaba acordada con Damasco y los grupos armados de la oposición.
Según el Comité Internacional de la Cruz Roja, unas veinte personas murieron como resultado de la agresión, y 18 de los 31 camiones fueron destruidos.
El Ministerio de Defensa ruso publicó imágenes captadas por sus drones que muestran el desplazamiento de una camioneta con un mortero de los terroristas junto al convoy.
El ente ruso subrayó que precisamente la noche del ataque a la caravana de la ONU los terroristas del Frente Fatah al Sham (antiguo Frente al Nusra, proscrito en Rusia y otros países) iniciaron en Alepo una ofensiva con fuego de artillería y tanques.
Además, Rusia informó a EEUU que en ese momento no había aviones rusos en la zona.