Stocker, fundador de una empresa especializada en la producción de sistemas y equipos de pruebas de laboratorio, decidió desarrollar su propia vacuna, detalló en su blog.
Añadió que se basa en la subunidad S1 de la proteína de punta con la que el virus se une a los receptores de las células humanas.
"¡Ahora soy inmune al SARS-CoV-2!"
El científico no solicitó la aprobación oficial de su invención "para ahorrar tiempo". En cambio, se inyectó varias veces este antígeno recombinante de Euroimmun.
Especificó que no hubo reacciones malas, que se sintió bien en todo momento y que se mantuvo en buen estado de salud.
"Los anticuerpos examinados en paralelo contra la nucleocápside del virus no se formaron, por lo que los anticuerpos anti-S1 probados serológicamente no pueden provenir de una infección de coronavirus que pasó desapercibida durante el período de prueba", indicó Stocker.
Plan para todo el mundo
El científico precisó que los anticuerpos encontrados fueron capaces de neutralizar el virus. Por ello, propuso un programa de vacunación para la población.
En su opinión, dentro de medio año, tres cuartas partes de la población de Alemania o de EEUU podrían ser inmunizados con el S1 del SARS-CoV-2. Anticipando las objeciones de los escépticos, Stocker propone probar la vacuna primero en un pequeño número de voluntarios, y luego en representantes del grupo de riesgo, por ejemplo, en el personal médico.
"No habrá nuevos casos entre los vacunados con S1, a diferencia de las personas no vacunadas", asegura el científico.
Escepticismo de la comunidad científica
La comunidad científica no comparte el entusiasmo de Stocker. Normalmente, el proceso de desarrollo de una vacuna pasa por varias etapas, y con razón, señala el Dr. Georg-Christian Zinn al diario alemán RTL.
"Esa es también la diferencia con este autoexperimento: puede haber funcionado para una persona, pero si hago lo mismo con cientos o miles de personas, puede conducir a efectos secundarios graves o a ninguna prueba de inmunidad en absoluto", indicó.
Según los datos de la OMS, al 15 de mayo, solo ocho vacunas candidatas comenzaron las pruebas clínicas, dos de las cuales pasaron a la segunda fase de pruebas. Otras 110 candidatas estás en la fase de estudios preclínicos.