El colectivo, autodenominado 'Inspectores de armas del pueblo' ha enfocado su acción en Roxel por su supuesta implicación en la venta de material bélico a Arabia Saudí, factible de emplearse en Yemen.
"Queremos comprobar si se están produciendo en esta fábrica los sistemas de propulsión de un nuevo contrato de misiles Brimstone, cuyo destino es muy probablemente Arabia Saudí", explicó a Sputnik Jo Frew.
Varios activistas se ataron a tuberías de la instalación, otros oraron por las víctimas de Yemen y los cabecillas intentaron hablar con el personal y los directivos de Roxel.
"La acción ha sido positiva porque hemos conseguido expresar nuestras inquietudes y presentar pruebas de la relación de Roxel con Riad y documentos de la guerra en Yemen", afirma Frew.
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Pero no todos los objetivos pudieron cumplirse porque, según declara la pacifista a esa agencia, "nos han escuchado pero el consejero no nos ha recibido y no van a hacer nada de momento".
El Gobierno británico ha expedido licencias de exportación a Riad de bombas, misiles y otros materiales por un valor superior a los 1.900 millones de libras desde marzo de 2015 a diciembre de 2017, según datos oficiales compilados por los manifestantes.
El 75% de la población yemení necesita asistencia humanitaria, de acuerdo con la ONU.