"Lo peor de lo que se queja el terrorista es que puede sufrir un trauma psicológico en la celda solitaria", según el medio.
Uno de los abogados del terrorista, Oystein Storrvik, dijo que sus cartas son censuradas, lo que a su juicio infringe sus derechos.
La queja, que se compone de 13 páginas, contiene precedentes para otros prisioneros con sentencias parecidas.
El 22 de julio de 2011, Breivik hizo estallar una bomba en pleno centro de Oslo, provocando la muerte de ocho personas.
Ese mismo día se trasladó a la isla de Utoya, donde mató a 69 personas que participaban en un campamento de las Juventudes Laboristas.
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El terrorista fue condenado a 21 años de prisión, una pena que puede prorrogarse de forma indefinida.