La popularidad del candidato conservador se desploma tras estallar el escándalo por el supuesto trabajo ficticio de su esposa Penelope.
"Siete de cada diez franceses o 69% quiere que otro candidato sustituya a Fillon", indica el estudio.
Fillon pidió el miércoles 15 días a su partido, plazo en que deben concluir las pesquisas sobre los supuestos "empleos ficticios".
El escándalo estalló cuando el semanario satírico Le Canard Enchaîné reveló que Penelope Fillon habría percibido remuneración de los fondos públicos trabajando durante varios años como asistenta parlamentaria de su marido y luego como su suplente, aunque la publicación cuestionó que la mujer haya realmente desempeñado ese cargo.
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Los medios franceses explican que no es ilegal que diputados contraten a miembros de sus familias, pero a condición de que el trabajo no sea ficticio.
El 22 de enero, la Justicia francesa abrió una investigación para verificar si Penelope Fillon efectivamente había prestado servicios por los que cobró.
El propio François Fillon insistió en que el empleo de su esposa era real y calificó de "abyectas" las acusaciones en su contra.
Aseguró también que renunciaría a la carrera presidencial si era objeto de investigación.