"Los eventos que no habrían debido suceder desgraciadamente se produjeron tras la Operación Tormenta, pero no ponen en tela de juicio la legitimidad de la Operación Tormenta, finalmente confirmada por la Corte de La Haya", dijo a Sputnik Nóvosti.
Al mismo tiempo, la presidenta del partido laborista resaltó que los "crímenes que ocurrieron después de la Operación Tormenta contradicen al sentido común, al patrimonio de la civilización y a los intereses de los pueblos croata y serbio en Croacia".
Croacia declaró en 1991 su independencia de Yugoslavia, lo que provocó un conflicto armado que se saldó con unos 20.000 muertos por ambos bandos.
La Operación Tormenta, una de las etapas finales de la Guerra de Independencia Croata, puso fin a la autoproclamada República Serbia de Krajina, con un balance de cientos de muertos o desaparecidos y hasta 250.000 refugiados serbios.
En 1999, Zagreb llevó a Belgrado ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por acusaciones de genocidio durante la Guerra de Independencia Croata.
Belgrado respondió con una demanda en 2010, alegando los cientos de miles de refugiados serbios en 1995.