El Gobierno de Cataluña ha decidido cerrar los bares y restaurantes de la comunidad autónoma durante un plazo de 15 días ante el repunte de la pandemia. Así lo ha comunicado el Gobierno catalán durante una rueda de prensa convocada para informar sobre las nuevas medidas que se van a tomar para hacer frente al virus.
"Los bares y restaurantes de Cataluña sólo podrán servir comida para llevar o a domicilio durante los próximos 15 días. El consumo en interiores y terrazas queda suspendido", anunció en rueda de prensa el presidente interino de la región española, Pere Aragonès.
Las medidas aprobadas, que entrarán en vigor en la noche del 15 al 16 de octubre, tendrán una vigencia inicial de dos semanas y tienen como principal objetivo la reducción de la interacción social entre la población.
Una de las más contundentes es el cierre de bares y restaurantes, que solo podrán operar mediante servicios de entrega, para evitar los encuentros sociales en estos entornos donde la gente consume bebida y comida sin mascarilla. "Es una medida dolorosa para el sector y lo comprendemos, pero es necesaria si no queremos llegar de nuevo al límite del colapso", subrayó el presidente en funciones de Cataluña, quien aseguró que las restricciones irán acompañadas de medidas económicas de apoyo a los negocios afectados.
#Vicepresident @perearagones: “La situació és preocupant i és per això que demanem a tothom reduir la mobilitat, limitar al màxim les relacions socials i promoure el teletreball en la mesura que sigui possible” pic.twitter.com/fbZP4flTJu
— Govern. Generalitat (@govern) October 14, 2020
El líder del Ejecutivo catalán consideró "muy preocupantes" las cifras del coronavirus que se dan actualmente en la región, con una incidencia de 279 casos por 100.000 habitantes, un porcentaje de positivos por encima de los límites que pide la OMS y un riesgo de rebrote "extremadamente alto".
"La tendencia es creciente y vemos que cada día crecerá más. Tenemos el aprendizaje de marzo y abril y sabemos que hace falta actuar lo antes posible", justificó Aragonès.

Asimismo, las autoridades solicitaron a las empresas que promuevan el teletrabajo entre sus empleados siempre que sea posible y a las universidades que realicen las clases de forma virtual durante un mínimo de dos semanas. El presidente interino advirtió a la población que si los datos del COVID-19 siguen empeorando pese a las restricciones el Ejecutivo estudia alternativas más severas, como solicitar al Gobierno de España el confinamiento social.
Otras de las medidas aprobadas en esta jornada será el aplazamiento de competiciones deportivas, la limitación de aforo en gimnasios y otros centros.
Además del cierre de bares y restaurantes también se reducirá el aforo de los centros comerciales al 30% y el de los gimnasios, cines y teatros al 50% para intentar contener el avance de la epidemia de COVID-19. También se dejará de dar clases presenciales en las universidades y se suspenden durante dos semanas todas las competiciones deportivas catalanas.
"Estamos convencidos de que la adopción de estas medidas tan severas nos permitirá cortar la propagación del virus", manifestó por su parte la portavoz del Gobierno catalán, Meritxell Budó.
La portavoz catalana pidió la "comprensión" de los ciudadanos ante unas medidas que "comportan sacrificios" y recordó que "si la actitud de todos es de corresponsabilidad" se podrán retomar "cuanto antes" las actividades afectadas.
Los contagios continúan subiendo en Cataluña, durante las últimas 24 horas se han registrado 1.620 nuevos contagios, 23 personas han fallecido y hay 40 nuevos hospitalizados.