"En la reunión cada grupo parlamentario ha expresado su opinión, constatando que todos coincidimos en el diagnóstico de que lo que existe entre Cataluña y el Estado español es un conflicto político", señaló la portavoz del Gobierno catalán, Meritxell Budó.
En la mesa de partidos participan las formaciones independentistas que integran el actual Gobierno de Cataluña —Junts Per Catalunya (JxCAT) y Esquerra Republicana de Cataluña (ERC)— junto a formaciones no independentistas que apuestan por soluciones dialogadas al conflicto como el Partido de los Socialistas Catalanes (PSC) y En Comú Podem, la rama catalana de Podemos.
No obstante, la mesa tiene una gran relevancia política ya que reúne a los dos partidos del Gobierno catalán y a las ramas catalana de los dos partidos que desde hace apenas diez días componen el Gobierno de España.
La reunión de este órgano de diálogo informal, convocada por Quim Torra, es una primera toma de contacto antes de que Pedro Sánchez ejecute su compromiso de crear una mesa de negociación "bilateral" en la que ambos gobiernos buscarán soluciones políticas a la crisis, todo ello bajo el compromiso de que los acuerdos alcanzados se someterán posteriormente a referéndum en Cataluña.
Mientras tanto, los partidos catalanes constataron este 17 de enero que, aunque hay consenso sobre la existencia de un conflicto político, por el momento ambas partes están lejos de entenderse.
Pese a ello, Budó celebró que el mero reconocimiento de ese conflicto es un avance porque "hasta hace pocos meses" el partido de Sánchez aseguraba que Cataluña sólo tenía "un problema de convivencia" a nivel interno.
La portavoz del Gobierno catalán explicó que, una vez se abra la mesa de diálogo con el Estado, el independentismo intentará utilizar este instrumento para conseguir un reconocimiento del derecho a la autodeterminación.
"Torra ha afirmado que a la mesa de negociación irá a defender la autodeterminación, el fin de la judicialización del conflicto y la amnistía de los presos", señaló Budó.
Por su parte, Miquel Iceta, líder del PSC, lamentó que la hoja de ruta del presidente catalán sea utilizar esa plataforma de diálogo para plantear únicamente las propuestas del independentismo, opción por la que —según las últimas elecciones y distintos estudios demoscópicos— sólo abogan la mitad de los catalanes en el mejor de los casos.
Por su parte, los comunes (la rama catalana de Podemos) plantearon en la reunión de este 17 de enero la celebración de unas elecciones anticipadas en Cataluña para acelerar la resolución del conflicto político, una propuesta que parte de la premisa de que Quim Torra "no está en condiciones de encontrar soluciones ni a medio ni largo plazo".
La propuesta fue rechazada de inmediato por el presidente catalán, que no ve "ningún motivo" para adelantar los comicios autonómicos, previstos para 2022.