"Si esto sigue, el grupo tiene otras opciones, dispone de plantas en casi todos los países de Europa. Ese es mi miedo. No es una queja ni una advertencia, sino un estado de ánimo", sostuvo el empresario en una entrevista publicada el 18 de noviembre por el diario español La Vanguardia.
El dirigente de la empresa automovilística argumentó que aunque "la inestabilidad no es específica de Cataluña", es algo que "asusta" a los inversores, en referencia a las protestas de grupos de independentistas que se producen a diario desde la sentencia contra políticos catalanes.
De Meo explicó que la fábrica cerró ese día "por prudencia" al no poder garantizar el transporte de piezas a la planta, algo que supuso pérdidas económicas que el empresario valora en "decenas de millones de euros".
"Lo que nos inquieta no es que se pare el país, sino que porque se corte una carretera tengamos que parar la planta. Esto afecta a la operativa", declaró el dirigente de Seat.
El presidente de la compañía aseguró que los resultados económicos de la planta barcelonesa son "buenos" pero que la situación de la compañía, que perdió dinero durante muchos años, "siempre es frágil".
"Solo espero poder seguir trabajando con normalidad y mantener las buenas relaciones que tengo con las autoridades catalanas", dijo el dirigente de la empresa.