"Por experiencia propia sabemos que el separatismo amenaza no solo a la unidad de un Estado sino también a los derechos humanos, que son la primera víctima fácil de los secesionistas y sus oponentes", señaló Bobrov.
El representante del CDH apuntó que "ni la violencia legítima que se materializa en las porras policiales ni la que apunta contra los agentes son ni mucho menos la mejor manera de solucionar el problema".
"La única vía hacia la concordia y la estabilidad es establecer un diálogo constructivo permanente entre el gobierno y la sociedad catalana", subrayó Bobrov.
El 1 de octubre tuvo lugar un referéndum de autodeterminación en Cataluña convocado de manera unilateral por el Gobierno catalán, una consulta que se celebró pese a que el Tribunal Constitucional de España la había declarado ilegal.
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El Gobierno central, en cambio, no reconoce la validez de ese referéndum porque fue declarado contrario al derecho por el Tribunal Constitucional y, además, porque a su modo de ver no cumplió un mínimo de garantías procedimentales.
La jornada electoral se saldó con 893 personas atendidas por los médicos, según el Departamento de Salud catalán; por su parte, el Ministerio del Interior de España mencionó que hay 431 agentes heridos.
