"Se prevé lanzar la misión Venera-D en 2026 usando el cohete Angara", dijo en un simposio celebrado en su Instituto.
Existen dos variantes del vuelo a Venus, el corto de cuatro meses y el largo de seis meses, de características más o menos iguales en cuanto al consumo de combustible y la carga útil, dijo la científica agregando que para el año de 2026 la variante óptima será la de seis meses con el lanzamiento en junio.
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También reveló que la nave pasará tres años en la órbita de Venus, a la superficie del planeta bajarán varios módulos de descenso, unos grandes podrán funcionar allí durante dos horas y otros, de pequeñas dimensiones, durante dos meses, porque estarán más protegidos para soportar la temperatura de 500 º Celsius.
La Unión Soviética fue el primer país del mundo en lanzar un aparato espacial hacia Venus, que se posó en la superficie de este planeta, sacó fotos panorámicas y tomó pruebas de su atmósfera, en el estudio de Venus se usaron las sondas automáticas Venera, Zond y Vega.
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Pasados más de 30 años desde aquella época, Rusia ha decidido volver a estudiar Venus, la empresa rusa Lávochkin junto con socios extranjeros se ocupa de desarrollar la nave Venus-D, que incluirá el módulo orbital, el de descenso y diversas sondas.
En 2013 la parte estadounidense se interesó por el proyecto y se organizó un grupo de trabajo científico para estudiar Venus en base a la misión Venera-D, con representantes de ambos países.
Tras los sucesos en Ucrania de 2014 el proyecto se suspendió provisionalmente, pero al año siguiente se reanudó y se espera que la etapa de su preparación concluya hacia finales de 2018.