El sistema, llamado Sigma 20385, es un tipo de centro de mando diseñado alrededor de un servidor central que reúne todos los flujos de datos y los sistemas del control de armas, señala el medio ruso Izvestia.
La tripulación, siempre presente en el centro de mando, puede participar en la toma de decisiones o simplemente vigilar el proceso automático.
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El sistema ha sido finalizado después del inicio de la fabricación en serie de los buques del proyecto 20380 —del que forma parte la corbeta Sovershenni—, así que lo recibirán las cuatro corbetas actualmente en fase de construcción.
Dado el estado actual de la industria naval militar rusa, la decisión de optar por el aumento de la eficacia bélica a través del armamento robotizado es lógica, según los expertos entrevistados por el medio ruso.
"La Armada rusa requiere buques de superficie modernos y al mismo tiempo tenemos obstáculos objetivos a la hora de crear embarcaciones grandes, como fragatas y destructores. Mientras que las corbetas las podemos fabricar bastante rápidamente. Y mejor recibir dos corbetas aptas para el combate hoy, que una fragata en una fecha indeterminada", explicó Prójor Tebin del Consejo ruso para Asuntos Internacionales.
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El proyecto 20380 lleva una variedad de armas diseñadas para atacar blancos marítimos, aéreos y submarinos, incluidos los misiles de crucero Uran-U o Kalibr y los sistemas antiaéreos Redut —hermano marítimo de los S-300 dotado con los misiles diseñados para los S-400—, así que desde el punto de vista de armamento, los buques del proyecto 20380 representan una considerable amenaza para un hipotético agresor.
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