El Gobierno estadounidense amenazó en abril a Turquía con imponerle sanciones si adquiere los S-400.
"Los sistemas rusos de defensa antiaérea minimizan la dependencia de Turquía del exterior", dijo Soilu en declaraciones recogidas por la agencia Anadolu.
El ministro defendió la adquisición de las armas rusas para proteger los intereses nacionales del país.
"Esto no tiene nada que ver con la política, (los S-400) son vitales para Turquía", remarcó.
El titular indicó que su país al día de hoy no está preparado para repeler un ataque con misiles del exterior.
Los S-400 rusos, puntualizó, reforzarán el escudo antimisiles de Turquía y eliminan los riesgos potenciales.
Soilu señaló que los países que se niegan a entregarle a Turquía sistemas antiaéreos modernos buscan debilitar su potencial militar, en clara alusión a Estados Unidos y otros miembros de la OTAN.
En diciembre del 2017 Turquía selló un acuerdo con Rusia para adquirir dos baterías S-400.
El avanzado sistema antiaéreo S-400 Triumf (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) está diseñado para abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, balísticos y otros.
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El S-400 tiene un alcance de hasta 400 kilómetros y por sus prestaciones, pertenece a la generación 4+ y es el doble de eficaz que sus antecesores.
