Un decreto firmado por el presidente Recep Tayyip Erdogan y publicado en en el boletín oficial Resmi Gazete, duplica los aranceles para 22 renglones de importaciones estadounidenses. Así, se establece una tarifa del 120%, además de los llamados aranceles NMF (no discriminatorios), para los autos; del 140%, para las bebidas alcohólicas; y del 60%, para el tabaco.
El 14 de agosto, el mandatario turco declaró un boicot a los productos electrónicos de EEUU.
No es la primera batería de impuestos adicionales con que Ankara responde a Washington. En mayo pasado, tras la primera subida de aranceles estadounidenses al acero y el aluminio turcos, Turquía notificó a la Organización Mundial de Comercio (OMC) un incremento de las tarifas para 22 renglones que importa desde EEUU.
En junio pasado, Turquía ya introdujo aranceles de entre el 4 y el 70% para esas importaciones en respuesta a la primera subida de aranceles estadounidenses a su acero y aluminio.
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La de por sí tensa relación entre Washington y Ankara se deterioró en los últimos días por el caso del pastor Andrew Brunson, detenido en territorio turco desde 2016, y la drástica subida de aranceles estadounidenses al aluminio y el acero importados de Turquía, a lo que la lira turca reaccionó con la caída de un 20% en un día frente al dólar.