Recientemente la Agencia de Inteligencia de la Defensa de EEUU preparó un informe sobre los búnkeres en Rusia, que supuestamente no se había realizado desde 1991. En este reporte, el ente comunicó que dichas instalaciones pueden utilizarse como puestos de mando en caso de un ataque nuclear contra Rusia.
"Moscú se preocupa porque EEUU intenta dictar un conjunto de normas aceptables para la comunidad internacional, lo que amenaza al poder del Kremlin y autoriza la intervención extranjera en los asuntos interiores de Rusia", escribe el periodista Michael Evans en su artículo publicado por The Times, citando el reporte de la Agencia de Inteligencia de la Defensa de EEUU.
El autor del artículo asegura que la nueva publicación del informe simboliza un tipo de "paranoia" que existió en la época de la Guerra Fría y se debe al retorno de Rusia a la arena mundial.
En la Agencia de Inteligencia de la Defensa de EEUU subrayan que Rusia ha conservado una red de búnkeres subterráneos que están conectados entre sí por un ferrocarril. Se alega que uno de ellos se encuentra en el Kremlin, el otro cerca de la Universidad Estatal de Moscú mientras que dos búnkeres más se ubican a la distancia de unos 60 kilómetros al sur de Moscú.
"Los sistemas sumamente eficientes para mantener la vida tras el ataque nuclear permitirán realizar operaciones independientes durante muchos meses", reza el informe.
Esta no es la primera vez que semejantes informes sobre imaginarias facilidades, armas de defensa de Rusia y supuestas amenazas se publican en algunos países occidentales.
Por ejemplo, en abril de 2017 The Times publicó un artículo sobre un supuesto arsenal aterrador de armas modernas, que puede representar 'una gran amenaza'.
Por otra parte, el tabloide británico Daily Express anunció una "nueva arma secreta" que supuestamente había sido desarrollada por Rusia: un gigantesco pulpo, capaz de hipnotizar y paralizar a los humanos a la distancia de unos 45 metros.
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