Con calles vacías, comercios cerrados y muchas incógnitas se puso en marcha el Aislamiento social preventivo y obligatorio decretado por el presidente de Argentina, Alberto Fernández, hasta el 31 de marzo, para contener el contagio masivo de la pandemia de COVID-19, la enfermedad causada por el temido coronavirus.

"Estamos ante un escenario inédito, no hay estadísticas ni casos similares en los cuales nos podamos basar en la historia económica moderna, entonces estamos ante un territorio desconocido", dijo a Sputnik el economista Nicolás Litvinoff, director del sitio de capacitación financiera Estudinero.net.
A partir de lo que se ve en países donde el brote está más avanzado, el economista analizó que el grado de incertidumbre es muy fuerte y se evidencia un caída de los ingresos que lleva a una notable contracción en el consumo.
Litvinoff descartó en su opinión que la bautizada "cuarentena total" vaya a levantarse el 31 de marzo y anticipó que la profundidad del impacto negativo va a depender del tiempo que duren las restricciones y de lo que el mercado interno y externo demoren en recuperarse una vez que se normalice la situación.
Cuarentena en Argentina: ¿qué impacto tendrá?

"La lógica indica que todo lo que es el sector de servicios se va a ver bastante perjudicado, pero es un error pensar que va a haber algún sector beneficiado; toda la economía y todos los sectores se van a ver perjudicados, algunos en mayor medida", matizó.
Espacios culturales, cines, gimnasios, comercios de todo tipo van a permanecer cerrados hasta que termine el aislamiento, lo cual genera temor entre los empleados porque no saben si van a seguir cobrando sus sueldos, de la misma manera que existe miedo entre los dueños, sobre todo en emprendimientos pequeños y medianos, sobre la forma en que lograrán encarar los costos si no hay ventas.
"El turismo es el que primero sintió el impacto pero eso ahora se trasladó al sector de los servicios. En una situación en la que pierden todos, es un impacto negativo uniforme. El cuentapropista, el monotributista independiente, se va a ver muy perjudicado, pero se espera que hayan medidas paliativas económicas para estos sectores", aseguró.
Los comercios que puedan seguir trabajando sin la recepción de clientes podrán seguir operando, por lo que las ventas virtuales y los servicios de mensajería y entrega a domicilio serán un elemento clave para mantener el consumo, con medidas de seguridad e higiene para evitar el contacto directo entre quien entrega y quien recibe el mandado.
Litvinoff, experto y asesor en finanzas personales, recomendó aprovechar esta situación para "amigarse" con las operatorias bancarias digitales, familiarizarse con el mercado bursátil, mantenerse líquidos en moneda dura y ser muy conservador en las inversiones.