"Para que sea efectiva [la reforma del Consejo Nacional Electoral] la Asamblea tendría que reconocer al Tribunal Supremo de Justicia, al Ejecutivo, al poder electoral, que solo reconoce cuando gana elecciones, y tendría que reconocer al poder moral, la fiscalía, que tampoco reconoce", indicó Díaz, también vicepresidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, a Sputnik.
La diputada de la bancada del Polo Patriótico, coalición de partidos que respaldan al presidente Nicolás Maduro, indicó que el sector que representa aspira que en algún momento el diálogo en el hemiciclo de la Asamblea lleve a ese poder a cumplir la Constitución.
Desde finales de 2016, los diputados del Polo Patriótico dejaron de acudir a la Asamblea Nacional, alegando que ese órgano se encontraba en desacato y por tanto todas sus acciones y decisiones eran nulas e írritas.
Esto ocurrió tras una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, en la que se acusó al parlamento de desconocer al resto de los poderes.
"Por eso estamos ahí nosotros, pero estamos esperando que la Asamblea Nacional retome su función para la cual fue electa, no puede la directiva de la Asamblea Nacional, secuestrar el ejercicio de la política para el resto de los sectores de la oposición", afirmó.
Ese reconocimiento de los poderes, destacó Díaz, para porque el actual presidente del Poder Legislativo, Juan Guaidó, reconozca a Maduro y desmonte su autoproclamación como jefe de Estado encargado.
La autodesignación de Guaidó ocurrió el pasado 23 de enero, luego de la juramentación de Maduro para el período 2019-2025, pues la mayoría de la oposición desconoció su reelección.
Desde entonces, Venezuela ha estado sumergida en una de las mayores crisis políticas de su historia contemporánea.
Un grupo de 54 países reconoce a Guaidó y el resto a Maduro, esto ha llevado a Venezuela a romper relaciones con muchas de esas naciones que apoyan al parlamentario, quien a su vez ha designado representantes en el extranjero.
Esas negociaciones quedaron suspendidas, tras lo que la dirigencia del Gobierno comenzó otras conversaciones con grupos minoritarios, con los que el 21 de octubre se instalaron tres mesas de trabajo: económica, política y electoral.
En estas mesas las partes han dicho que buscarán acuerdos para solucionar la crisis política y que se harán efectivos sin necesidad de firmar un pacto final.