Silva, histórica defensora de los derechos de los "seringueiros" (explotados extractores del caucho), sindicalista, exministra de Ambiente, exsenadora y exdiputada, se reivindica como la única candidata capaz de romper con la polarización que domina la política brasileña desde hace años.
Su programa es marcadamente ecologista, propone una fuerte inversión en energías renovables, y aunque es muy crítica con los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), del que fue ministra de Ambiente, y Dilma Rousseff (2011-2016), promete mantener y reforzar sus programas sociales de reducción de la pobreza.
Abiertamente evangélica y seguidora de la Asamblea de Dios, Silva defiende que el Estado debe ser laico, pero en cuestiones como la legalización del aborto o el matrimonio homosexual es ambigua y asegura que convocaría un plebiscito, lo que la aleja de parte del electorado más progresista.
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Sus rivales dicen que solo aparece en primera línea cuando llegan las elecciones, pero ella ironiza diciendo que eso es porque está "desaparecida" de las páginas policiales de los periódicos, debido a que no está acusada de ningún escándalo de corrupción.
Superó cinco malarias, tres hepatitis y una leishmaniosis, trabajó como empleada doméstica y fue analfabeta hasta los 12 años, pero 10 años después ya se había licenciado en historia en la Universidad Federal de Acre.
Su entrada en la vida política se dio a través de contactos con la Teología de la Liberación, la lucha por la preservación de la selva y el trabajo de los seringueiros, puesto que desde muy pequeña trabajó recogiendo el caucho de los árboles tropicales.
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En los años 80 trabajó codo a codo con el líder ambientalista y sindicalista Chico Mendes, hasta que fue asesinado en 1988, ayudó a fundar en su estado la Central Única de los Trabajadores (CUT), creada por Lula, y ganó su primer cargo de elección popular como concejala de la ciudad de Rio Branco en 1988.
En 1990 fue elegida diputada estadual en Acre y en 1994 dio el salto a la política nacional al ser elegida, con 36 años, la más joven senadora de la historia del país.
Cuando el PT llegó al Gobierno en 2003, Lula la nombró ministra de Ambiente, cargo desde el que logró importantes conquistas, como una reducción del 57% en la deforestación en la selva amazónica, pero que también le dio disgustos.
Cinco años después de su nombramiento, salió del Gobierno alegando diferencias internas.
Eran conocidas sus diferencias con la entonces ministra de Minas y Energía, Rousseff, que se quejaba de que Silva bloqueaba sus proyectos para construir centrales hidroeléctricas en la Amazonia.
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Desde entonces, Silva, que también dejó el PT, es muy crítica con el modelo de desarrollo económico de los Gobiernos Lula y Rousseff, que considera centrado en el "crecimiento material a cualquier coste, con beneficios exacerbados para unos y resultados perversos para la mayoría", según escribió en la carta en que anunció su desafiliación.
Silva empezó a impulsar su propio partido, Rede, pero no consiguió los avales necesarios para concurrir con su propia plataforma en las elecciones de 2014, por lo que en ese año se presentó junto a la candidatura de Eduardo Campos (Partido Socialista de Brasil), como aspirante a vicepresidenta.
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En plena campaña electoral Campos murió en un accidente aéreo y Silva se vio lanzada al frente de la carrera presidencial; su intención de voto creció rápidamente y casi llega a la segunda vuelta, que finalmente disputaron Rousseff y Aécio Neves (Partido de la Social Democracia Brasileña).
Para los comicios de este 7 de octubre, Silva se muestra rotundamente en contra del ultraderechista Bolsonaro (Partido Social Liberal), pero también muy crítica del PT y de su candidato presidencial Fernando Haddad, por considerar que no hicieron la necesaria autocrítica sobre su involucramiento en la corrupción política-empresarial y por haber contribuido a crispar el país.
Silva se presenta como la alternativa moderada para unir y pacificar al país.
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Sin embargo, las encuestas no la acompañan esta vez, fue perdiendo apoyo a lo largo de la campaña y es poco probable que pase a segunda vuelta.