Duchas con agua fría: Alemania sufre las consecuencias de la falta de gas ruso

Las sanciones de la Unión Europea (UE) a los combustibles provenientes de Rusia han desatado una serie de consecuencias entre los habitantes de Hannover.

El suministro de agua caliente fue cerrado en esta ciudad alemana, por lo cual la población se verá obligada a utilizar sólo agua fría en baños, piscinas, pabellones, gimnasios y todo tipo de edificios públicos.

Se trata de la primera gran metrópoli europea que aplica este tipo de medidas restrictivas ante la crisis energética que se vive en el mundo desde que comenzó el conflicto en Ucrania el pasado 24 de febrero. Alrededor del 40% de la Unión Europea (UE) depende directamente del gas ruso para su abasto energético, según han admitido los líderes de la eurozona.

La nueva regla impuesta por las autoridades de Hannover obedece al compromiso que alcanzaron los líderes europeos el pasado 26 de julio sobre reducir la demanda de gas en un 15% de agosto a marzo. De este modo, dice la UE, se aumentarán las reservas de gas y se cumplirá con el objetivo de disminuir cada vez más la dependencia del bloque hacia los combustibles rusos.

"Se trata de una reacción a la inminente escasez de gas, que supone un gran reto para los municipios, especialmente para una gran ciudad como Hannover", aseguró el alcalde, Belit Onay, en sus redes sociales.

Ante la complicada situación que se vive en el mundo a causa del alza de precios de los energéticos y las sanciones en contra de la industria gasera y petrolera de Rusia, las autoridades alemanas han advertido a sus ciudadanos que muy pronto podrían enfrentarse a cargos adicionales en sus facturas de energía, así como a medidas obligatorias de ahorro de gas.

El invierno en Hannover lleva el termómetro a temperaturas bajo cero y a intensas nevadas. La ciudad está enclavada en la zona norte de Alemania, donde se sienten los vientos gélidos del Mar del Norte.

La ciudad alemana también anunció que prohibirá los aires acondicionados, calentadores y radiadores portátiles, además de que la calefacción deberá a estar a un máximo de 19 grados para ahorrar energía, tal como se establece en el plan propuesto por la Unión Europea.

Durante los periodos de calor, en el verano y parte de la primavera, los aires acondicionados también serán limitados en los edificios públicos. El mínimo será de 25 grados. Además, la calefacción no estará disponible de abril hasta finales de septiembre cada año.

Algunos países se han opuesto a las medidas de la UE, como Hungría y España.