AMLO ofrece a los estadounidenses ir a México para 'shopping' de gasolina

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió a apoyar en garantizar el abasto energético de Estados Unidos, pero con una condición: el respeto absoluto a la soberanía nacional del país latinoamericano por parte de Washington.

Ante la crisis de energéticos que vive el mundo a causa del conflicto en Ucrania, México ofreció su apoyo a Estados Unidos para seguir aumentando sus exportaciones de crudo y combustóleo a la refinación en el país norteamericano.

"Desde que comenzó la crisis energética, México ha destinado el 72% de su producción de crudo y combustóleo a las refinerías de Estados Unidos: 800.000 barriles diarios", afirmó el presidente López Obrador durante su reunión con Joe Biden en la Casa Blanca.

El mandatario mexicano reconoció que su Gobierno ha permitido—en tanto baja el precio de las gasolinas en Estados Unidos— que ciudadanos estadounidenses carguen de combustible sus vehículos del lado mexicano con un mejor precio.

Mientras en la zona sur de la Unión Americana un galón de gasolina cuesta 4,87 dólares, en México el precio baja a 3,1 dólares, recordó López Obrador.

"Actualmente se están abasteciendo automovilistas de Estados Unidos en las ciudades fronterizas de México, pero podríamos incrementar nuestros inventarios de manera inmediata. Nos comprometemos a garantizar, al doble el abasto de este combustible, lo cual sería un considerable apoyo", apuntó el presidente de México.

Gasoductos y quitar aranceles

Durante la reunión celebrada en el Despacho Oval, López Obrador informó que está dispuesto a ofrecer parte de la infraestructura energética de su país a Estados Unidos.

"Ponemos a disposición de su Gobierno más de 1.000 kilómetros de gasoductos a lo largo de la frontera sur con México para transportar gas de Texas a Nuevo México, Arizona y California por un volumen capaz de generar hasta 750 megawatts de energía eléctrica y abastecer a 3 millones de personas, aproximadamente", dijo el presidente mexicano ante Joe Biden.

También aprovechó el encuentro bilateral para agradecer a Biden por haber permitido la compra de la refinería de Deer Park, que actualmente opera Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa estatal del país latinoamericano en el sector petrolero.

Y como punto extra, López Obrador propuso suspender la aplicación de aranceles a ciertos productos, así como la eliminación de trámites que sólo complican la dinámica comercial entre ambas naciones. Todo ello, dijo, siempre respetando las reglas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

"Aún cuando el tratado ha avanzado en eliminar aranceles, existen algunos otros que podrían suspenderse de inmediato. Y hacer lo mismo con medidas reglamentarias y trámites tediosos en comercio de alimento y otros bienes que aminoren los precios a los consumidores en nuestros países, cuidando sólo la salud y el medio ambiente", mencionó.

"[Propongo] iniciar un plan de inversión privada y pública entre los dos países para producir bienes que beneficien a nuestros mercados y se eviten importaciones de otras regiones y continentes. En el país se seguirán produciendo energéticos. Se establecerán con la iniciativa privada de Estados Unidos plantas de licuefacción, fertilizantes y la instalación de parques solares en Sonora y en otros estados fronterizos con el respaldo de termoeléctricas y el tendido de líneas de transmisión", agregó.

El respeto a la soberanía es importante

Aunque ofreció estrechar lazos con Estados Unidos en materia energética, el presidente López Obrador recordó que el respeto a la autonomía y la soberanía de su país es fundamental para tejer una relación bilateral sana.

En medio de tensiones entre las autoridades mexicanas y las empresas estadounidenses del sector energético, México se comprometió a respetar el T-MEC y a consolidar vínculos con los inversionistas de Estados Unidos, quienes han manifestado su inconformidad con la decisión del Gobierno mexicano de darle mayor peso al Estado en la rectoría del sector eléctrico.

"Durante la administración [del presidente Franklin D. Roosevelt, de 1933 a 1945], se aplicó [en Estados Unidos] una política de buena vecindad con los países del continente latinoamericano. La autenticidad de esta política tuvo su mejor ejemplo en el respeto a la soberanía de nuestro país. En esa época, el Gobierno del presidente Lázaro Cárdenas emprendía reformas profundas. Fue entonces que, en 1938, se llevó a cabo al Expropiación Petrolera. Sin embargo, las diferencias se resolvieron mediante el diálogo y la colaboración con dignidad", recordó López Obrador.

"Esa política de respeto a la soberanía de las naciones dio frutos y creó condiciones favorables para que los Gobiernos de Estados Unidos y de México actuaran como aliados en la Segunda Guerra Mundial. La alianza fue mucho más allá que la mera cooperación. Cuando Estados Unidos entró a al guerra, miles de estadounidenses fueron reclutados por las fuerzas armadas y esto causó que el país se quedara sin fuerza de trabajo. A los granjeros les urgía mano de obra, como ocurre ahora en restaurantes, fábricas, el campo y la construcción", argumentó el presidente de México.