El Kremlin niega avanzar hacia una guerra con Ucrania ni admite tal posibilidad

MOSCÚ (Sputnik) — El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que Rusia no avanza hacia una guerra con Ucrania, ni siquiera admite tal posibilidad.

"Por supuesto que nadie piensa avanzar hacia una guerra, ni admite la posibilidad de esa guerra", declaró Peskov en una entrevista con la cadena de televisión Rossiya 1.

El representante del Kremlin agregó que "tampoco nadie admite la posibilidad de una contienda civil en Ucrania".

Peskov reiteró que "Rusia nunca ha sido parte de este conflicto, si bien ha dicho siempre que no se quedará indiferente ante el futuro de la población rusófona del sureste" de Ucrania.

Refiriéndose a la situación actual en Donbás, el portavoz del presidente ruso constató que "los acuerdos de Minsk se incumplen" y que "aumentan las provocaciones por parte de las fuerzas armadas de Ucrania", con el subsiguiente fuego de respuesta.

"Semejantes provocaciones podrían encender instantáneamente el fuego de una guerra civil en Ucrania. Es por ello por lo que todos manifestamos de forma constante nuestra preocupación", dijo.

Sobre las gestiones realizadas en el marco del Cuarteto de Normandía (Alemania, Francia, Rusia y Ucrania), Peskov afirmó que "los consejeros políticos de los Cuatro mantienen un contacto permanente", labor que calificó de "muy difícil y que requiere de una inmensa paciencia".

"Sin embargo, lo hacen para preparar y celebrar una cumbre a cuatro bandas", añadió.

A la pregunta de si Rusia insistirá en que se pongan en práctica ciertas medidas con anterioridad a esa reunión, Peskov respondió: "Sin lugar a dudas".

El portavoz de la Presidencia rusa criticó a Kiev por interpretar el conjunto de medidas acordadas en Minsk como obsoletas e inútiles. "Es algo que provoca desconcierto no solo aquí sino también en París y Berlín", opinó.

Cuando se le preguntó si Alemania y Francia son conscientes de quiénes incumplen hoy los acuerdos de Minsk, Peskov dijo: "En gran medida, sí. También discrepan con nosotros y quieren que mostremos un mayor grado de flexibilidad como parte del proceso de Minsk, pero, por lo general, hay entendimiento de que es un documento sin alternativa y que debe implementarse".

Desde abril de 2014, Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en Donbás donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en respuesta al violento cambio de Gobierno ocurrido en febrero del mismo año.

Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia.

Las hostilidades han dejado unos 13.000 muertos, según las estimaciones de la ONU.