"Me alegré de que ningún miembro de mi equipo creyera que no regresaría" , dijo Navalni al agregar que no teme volver a Rusia.
Pese a que el opositor está seguro de que las autoridades rusas están detrás de su envenenamiento, tiene la intención de continuar su actividad política, "visitar las regiones de Rusia, alojarme en hoteles y beber el agua que hay en las habitaciones".
El pasado 22 de septiembre el opositor ruso Alexéi Navalni fue dado de alta del hospital universitario Charité en Berlín, después de pasar allí 32 días, 24 de ellos en cuidados intensivos.
Navalni fue trasladado a Berlín tras dos días en un hospital de la ciudad rusa de Omsk, en Siberia, luego de que perdiera el conocimiento durante un vuelo de Tomsk a Moscú.
En el hospital de Omsk, Navalni fue inducido a un coma y tratado con atropina, fármaco que suele utilizarse como antídoto para los agentes nerviosos. Sin embargo, los médicos del hospital ruso afirmaron luego que no habían detectado rastros de toxinas en la sangre y la orina del paciente, cuya condición atribuyeron a un "trastorno metabólico".
Un laboratorio militar de Alemania y, posteriormente, laboratorios de Suecia y Francia determinaron que el opositor ruso había sido envenenado con un agente del grupo Novichok, una sustancia prohibida por la Convención sobre las Armas Químicas. Alemania proporcionó las muestras correspondientes a la OPAQ.
Desde Moscú califican de infundada la versión alemana sobre lo ocurrido con Navalni y dicen esperar respuestas oficiales a las solicitudes enviadas a Berlín.