"El secretario general llama a todos los bielorrusos a encarar los reclamos de las elecciones a través del diálogo y a preservar la paz en el país", dijo el portavoz.
El 9 de agosto pasado Bielorrusia celebró elecciones presidenciales.
De acuerdo con el escrutinio oficial, ganó el mandatario actual, Alexandr Lukashenko, con más de 80% de los votos, mientras que su principal rival, Svetlana Tijanóvskaya, reunió 10% de los apoyos.
En contra de la victoria de Lukashenko estallaron masivas protestas que derivaron en disturbios que se reprimieron con gas lacrimógeno, balas de goma, cañones de agua, granadas aturdidoras e incluso fusiles con acción de bombeo.
Según el Ministerio del Interior, en los primeros días de las protestas centenares de personas sufrieron heridas, incluidos más de 120 agentes del orden público, y más de 6.700 personas fueron detenidas; dos personas fallecieron.
Luego los agentes de seguridad dejaron de usar la fuerza para dispersar las manifestaciones, pero las protestas continuaron en las calles y también trascendieron a algunas de las cadenas de televisión públicas y compañías industriales.