Caja negra
De una 'isla', a otra isla. Ese fue el trayecto que emprendió Lhermitte el pasado 2 de marzo desde Uruguay, donde 'coronavirus' era sólo una palabra, que como mucho aderezaba a los noticieros con malas nuevas provenientes desde otras latitudes avisando del desastre que iba dejando a su paso. Y aterrizó en República Dominicana, y explica: "el primer choque grande que tengo con la pandemia, es bajar en el aeropuerto [de Santo Domingo] y estaba todo el mundo de mascarillas: en Uruguay no había una sola persona con mascarilla".
Punto ciego
En una situación en que la planificación al minuto y milimétrica puede ser la diferencia entre ganar o perder unas elecciones, la pandemia se llevó todo al traste. Se suspendieron las elecciones, lo que esterilizó cualquier planificación que tuviera cualquier candidato.
"Todos los países están preocupados por este problema, por cómo se puede hacer una campaña electoral en una pandemia", afirma Lhermitte y admite haber recibido llamadas de colegas de varios países de Latinoamérica y Europa consultándole al respecto haciendo esa consulta y pidiéndole información "de cómo se puede hacer, no sólo de cómo realizar la campaña, sino también para conseguir un triunfo y con un resultado tan holgado, con una diferencia tan grande".
"Tal vez es momento de sistematizar la información que tenemos, no sólo yo, sino también otros colegas que trabajaron en campañas en la pandemia y ponerla al servicio de todos", observa.
Antecedentes
Un gran currículum le precedía a Lhermitte en su llegada a Dominicana: desde el año 2010, y justo un día antes de la asunción de José Mujica como presidente de Uruguay, Lhermitte se convirtió en asesor del MPP, movimiento político al que Mujica pertenece. Fue así durante nueve años. Asimismo, ha asesorado a decenas de candidatos y colectivos progresistas en Uruguay, Chile, España y Francia fundamentalmente.
Y entonces, le tocó ser el asesor de Faride Raful, quien hasta las elecciones fuera diputada en República Dominicana, y que en los recientes comicios resultó electa senadora. Para más señas, Raful es considerada la 'Alexandria Ocasio-Cortez latinoamericana'.
Lhermitte admite que, en general, para las mujeres es muy difícil hacerse un lugar en la política. "Se las mide con otra vara de la que se mide a los hombres porque le exigen otro tipo de cosas. Porque la sociedad o la ciudadanía son mucho más duras con las mujeres que con los hombres hasta el día de hoy, increíblemente. Pero en la República Dominicana eso era más grave todavía", sentencia.
El experto cita el ejemplo de la ley del aborto por tres causales propuesta por el presidente en funciones de República Dominicana, Danilo Medina, del partido PLD. En ese momento, la candidata Raful, era diputada del opositor PRM, y apoyó pública y abiertamente esa ley.
"La campaña entera, íntegra, todos los ataques que recibíamos en la campaña era 'esta señora quiere legalizar el aborto'. Finalmente el partido de Gobierno no pudo legalizarlo, por más que tenía los votos suficientes en diputados al naufragar en el Senado. Pero los ataques de la ciudadanía no estaban dirigidos contra el PLD o contra Danilo Medina, sino que los concentraban todos en una figura de la oposición que ni siquiera era 'dueña' del proyecto, pero lo que pasaba es que era una mujer", advierte Lhermitte.
Lhermitte, quien asesoró en campaña a la ya senadora Raful por el distrito de Santo Domingo, advierte que el PRM no ganaba en ese distrito desde hacía 22 años. "Con esta candidata logramos ganar por 21 puntos de diferencia sobre el candidato del [hasta ahora oficialista] PLD que quedó segundo lugar".
"Se consiguió una victoria que ha sido histórica para el partido, para ella y para el país, que tras 16 años logró cambiar el Gobierno y pasar del PLD al PRM", concluye Marcel Lhermitte.