El domingo 5 de julio, cerca de 7,6 millones de dominicanos estaban llamados a votar por el futuro presidente de la República, el vicepresidente, 32 senadores y 190 diputados, y la participación fue elevada, ordenada y relativamente tranquila, pues "solamente" se registró un asesinato.
"Es una pena que la gente del pueblo muera, para que la derecha valide, oxigene su democracia", comentó a Sputnik la escritora y activista Maribel Núñez, para quien resultó chocante la cantidad de personas en la calle justo cuando más casos de COVID-19 están saliendo a la luz.
Según el Ministerio de Salud Pública, el fin de semana electoral fue detectada la mayor cantidad de contagios en un día (1.036), para confirmar la tendencia al alza en el país que lleva más de 37.000 casos positivos y cerca de 800 muertes por esta enfermedad.
Elecciones impostergables
El pasado 14 de abril, la Junta Central Electoral de República Dominicana (JCE) dispuso posponer los comicios presidenciales y legislativos previstos inicialmente para el pasado 17 de mayo, debido a la crisis desatada por el COVID-19.
Si bien las principales fuerzas políticas del país estuvieron de acuerdo, Núñez considera que a la oposición le importó más hacer de una buena vez las elecciones que educar a la ciudadanía sobre los riesgos, y quizás por eso les pusieron tantas trabas a los sucesivos estados de emergencia.
"Aquí se usó la pandemia para sacar beneficios partidarios. Aquí no había condiciones para que el pueblo saliera a la calle, era necesario elevar el nivel de conciencia, pero la oposición solo pensó en hacer elecciones", señaló la escritora y activista del movimiento Acción Afro-Dominicana.
Núñez recordó que las elecciones municipales fueron el 15 de marzo pasado, dos semanas después de la detección del primer caso en el país, y a continuación sobrevino un significativo aumento en los contagios, lo cual cree que pasará ahora, una vez más.
Del dicho al hecho
La JCE y el Ministerio de Salud Pública establecieron un protocolo para garantizar la seguridad tanto de los votantes como de quienes trabajaron en los 16.001 colegios electorales habilitados en el país, y los 1.009 instalados en el extranjero.
Sin embargo, aunque las personas usaron mascarilla y al interior de los colegios se cumplieron las medidas sanitarias, en los alrededores se reportaron aglomeraciones, sobre todo en sectores más populosos y en los lugares donde votaron los principales candidatos.
Los grupos más vulnerables, en particular los adultos mayores, tuvieron prioridad para votar, y de hecho fueron los primeros en acudir a ejercer el sufragio. La prensa local resaltó incluso el caso de ancianos que sobrevivieron al nuevo coronavirus, e igual cumplieron su deber ciudadano.
Una nueva ola
Alejandro Báez, director del Comité de Emergencia y Gestión Sanitaria para el Combate del COVID-19, anticipó un inevitable aumento de casos del nuevo coronavirus debido a la movilización de personas para un evento electoral que la oposición insistió en celebrar, pese a la pandemia.
Báez señaló que el incremento de contagios reportado en provincias puede ser atribuido a factores como el proselitismo político, la desescalada económica, la indisciplina de ciertos ciudadanos, así como a la realización de más pruebas, sobre todo a nexos epidemiológicos y casos sospechoso.
"Sin embargo, al controlar cantidad de pruebas y fases de apertura, aún evidenciamos un aumento preocupante de casos", acotó.
Luis Abinader, del opositor Partido Revolucionario Moderno (PRM), proclamó su victoria en las presidenciales, pues las cifras preliminares del escrutinio muestran una tendencia irreversible a su favor, la cual también fue reconocida por los demás contendientes.
Eventualmente, a él le tocará lidiar con el eventual recrudecimiento de la pandemia.