"El lanzamiento de la propaganda… dificulta la aplicación de la política de reunificación y afecta los esfuerzos que se emprenden en ese terreno, y también ponen en peligro la vida y seguridad de los habitantes de las regiones fronterizas", dice el ministerio.
Las dos organizaciones de activistas enviaron globos con panfletos a través de la frontera con Corea del Norte pese a la prohibición del Gobierno y en violación de los acuerdos intercoreanos.
Los activistas siguen con lo suyo alegando la libertad de palabra. Como consecuencia, las relaciones entre Seúl y Pyongyang empeoraron drásticamente este verano.
El Ministerio de Unificación comentó haberlo pensado bien antes de tomar su decisión sobre los activistas.
En opinión de Yonhap, la retirada de los permisos para hacer negocios dificultará la recolecta de fondos para la actividad de los activistas porque perderán algunos de los privilegios de los que gozan las organizaciones registradas.
La campaña de lanzamiento de panfletos que continúa ya durante años perjudicó considerablemente los esfuerzos de paz entre las dos Coreas.
Corea del Norte cortó el 8 de junio las líneas de comunicación con el Sur, detonó el día 16 la oficina de enlace conjunta en la ciudad fronteriza de Kaesong —fruto de los acuerdos logrados en la cumbre de 2018—, y advirtió que podría desplegar nuevamente sus tropas en la zona desmilitarizada entre ambas naciones.
El 23 de junio la Agencia Telegráfica Central de Corea anunció que Pyongyang canceló sus planes de acción militar contra el Sur.