Ken McCallum se convertirá así en el decimoctavo jefe de la inteligencia británica desde 1909. Según el periódico, asumirá el cargo a finales de abril y sucederá a Andrew Parker.
McCallum trabajó en el MI5 —servicio responsable de la protección del Reino Unido contra las amenazas a su seguridad nacional— durante casi un cuarto de siglo. Además del caso Skripal, supervisó las labores antiterroristas en 2012 relacionadas con la preparación y realización de los Juegos Olímpicos de verano en Londres.
Nada más abrir la investigación, Londres responsabilizó a Moscú de estar detrás del envenenamiento. Rusia rechaza las acusaciones. Consideró que eran infundadas y reclamó al Ministerio de Exteriores del Reino Unido tener acceso a las pruebas para poder colaborar en la investigación, así como a los Skripal, al tener estos la ciudadanía rusa.