"Desde el sábado [7 de marzo] por la tarde que tuve fiebre he permanecido en casa siguiendo las indicaciones médicas. Ayer [10 de marzo] me dio positivo la prueba del COVID-19, por lo que continuaré en mi casa", anunció a través de redes sociales Ana Pastor, que es una de las dirigentes más destacadas del conservador Partido Popular, la principal fuerza de la oposición.
— Ana Pastor Julián (@anapastorjulian) March 11, 2020
El positivo de Pastor se suma a los dos registrados previamente en la formación ultraderechista Vox.
Tras conocerse el positivo, el partido ultraderechista decidió mantener en aislamiento a los 52 diputados de su grupo parlamentario, lo que no impidió que un segundo miembro del partido, Carlos Zambrano García-Raez, también diera positivo este 11 de marzo.
Ante el aislamiento autoimpuesto por los diputados de Vox, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, anunció la suspensión de las sesiones plenarias previstas para esta semana.
La suspensión, según explicó la presidenta de la Cámara, no se debe a motivos sanitarios sino políticos, al considerar que la ausencia de 52 diputados supone una merma para la legitimidad democrática de cualquier decisión adoptada por el Congreso.
Pese a la suspensión de las sesiones plenarias, el Congreso sigue abierto y su actividad no se detuvo por completo.
De hecho, está previsto que este 12 de marzo acuda al Congreso el ministro de Sanidad, Salvador Illa, para explicar en sede parlamentaria las actuaciones de su departamento en la crisis del coronavirus.
Más de la mitad de los casos registrados se dan en la Comunidad de Madrid, que acumula 1.204 contagios y un total de 31 muertes y es el principal foco de contagio en el país junto con el País Vasco (261 casos, concentrados en su mayoría en la provincia de Álava) y La Rioja (179).
En estas zonas, declaradas de "transmisión alta", se implementaron medidas de contención de la enfermedad que incluyen la suspensión de la actividad escolar, la celebración a puerta cerrada de competiciones deportivas y la prohibición de actos de más de 1.000 personas, entre otras.
A nivel global, el patógeno ya infectó a unas 121.000 personas en más de cien países y provocó más de 4.300 muertes, la mayoría en la China continental.