"En junio hubo seis casos de uso de la fuerza contra los periodistas en Ucrania, y desde el comienzo del año, 36; dos trabajadores de medios de comunicación fueron atacados en Járkov, otros tantos en Odesa, uno en Rovno y uno más en la provincia de Chernígov", escribió en Facebook.
También recordó que en junio murió el reportero Vadim Komarov, tras permanecer durante un mes y medio en estado de coma como resultado de un bárbaro apaleamiento que sufrió en mayo pasado.
Antes la UNP comunicó que los periodistas fueron agredidos en 86 ocasiones en 2018.
El caso de Komarov se investiga como asesinato premeditado, crimen que se castiga con hasta 15 años de prisión o con cadena perpetua.
El representante para la Libertad de Prensa de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Harlem Désir, pidió a las autoridades de Ucrania que lleven a cabo una pronta investigación y castiguen a los responsables de la muerte de Vadim Komarov.
Al reportero de la televisión italiana RAI, Marc Innaro, le prohibieron la entrada en Ucrania para cubrir las elecciones.
Entre los periodistas ucranianos acosados por las autoridades del país figuran Ígor Guzhva, editor del portal Strana.ua, detenido el 22 de junio de 2017, y Vasili Muravitski, arrestado el 1 de agosto de ese mismo año por publicar sus artículos en sitios web administrados desde Rusia, lo que el SBU calificó como "alta traición".
Al director del portal RIA Novosti Ukraina, Kiril Vishinski, también le imputan "alta traición", aunque no hizo más que ejercer su profesión escribiendo sobre las milicias de Donbás.
