Tsipras y el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, celebraron este 21 de diciembre una reunión, durante la cual debatieron, en particular, los últimos pasos de Pristina, que agravaron la situación en Kosovo y Metohija.
El Gobierno de Kosovo gravó a finales de noviembre pasado con aranceles del 100% los productos procedentes de Serbia central.
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El 14 de diciembre, el Parlamento kosovar aprobó la transformación de las Fuerzas de Seguridad de Kosovo, dotadas de armas ligeras, en Fuerzas Armadas.
"Estas iniciativas, en vez de contribuir a estabilizar la región, provocan la desestabilización, es necesario decirlo en voz alta", señaló Tsipras en rueda de prensa.
Vucic constató que recibe amplio apoyo de la opinión pública en el tema de Kosovo solo cuando estalla un conflicto.
Al mismo tiempo declaró que no permitirá que se ponga en peligro la vida y la seguridad de los serbios residentes en Kosovo y Metohija.