El 17 de diciembre se reunió en Bruselas el Consejo de Asociación entre la UE y Ucrania.
Desde enero de 2015, el Ejército ucraniano restringió el acceso al sureste del país, donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en Kiev en febrero de 2014.
La UE llamó a crear zonas de seguridad alrededor de las instalaciones críticas, las infraestructuras civiles, promover el movimiento de personas y mercancías y reducir los riesgos ecológicos.
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Las tropas gubernamentales llevan a cabo desde abril de 2014 una operación militar en Donbás que hasta la fecha ha dejado más de 10.300 muertos, según estimaciones de la ONU.
La estructura expresó su preocupación por el deterioro de la situación humanitaria en las regiones castigadas por las hostilidades.
El Consejo condenó también los ataques indiscriminados a las zonas pobladas y las infraestructuras civiles.
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Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia.
