Al acto que tuvo lugar en la iglesia de Tadros asistieron familiares, obispos de la iglesia copta, dirigentes locales de los órganos de seguridad y diputados.
En un mensaje de vídeo, el patriarca de la Iglesia ortodoxa copta, Tavadros II, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y remarcó que el ataque contra los cristianos no socavaría la unidad nacional de Egipto.
"Es un ataque no solo contra los cristianos de Egipto, sino también contra toda la sociedad egipcia, nuestra unidad es lo más valioso que tenemos", enfatizó.
Los coptos constituye la confesión cristiana más numerosa en el Medio Oriente, la mayoría de ellos —unos 10 millones— viven en Egipto.
En el ataque terrorista del 2 de noviembre, que reivindicó el grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países), según cifras oficiales, murieron siete personas y otras 12 resultaron heridas.
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Los fieles coptos se dirigían al monasterio de San Samuel.
En mayo de 2017, en un ataque similar en esta misma zona murieron 28 cristianos coptos.