La VI Conferencia Internacional de la Estructura Regional Antiterrorista de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) se celebró en Taskent, capital de Uzbekistán, el 31 de octubre y el 1 de noviembre.
"Los participantes confirmaron su disposición a apoyar los esfuerzos de Afganistán en la lucha contra el terrorismo y señalaron que el establecimiento de la paz por los propios afganos contribuiría a la seguridad y al desarrollo estable de la región en general", consta la declaración aprobada al término de la conferencia.
"El documento recoge la preocupación por la alarmante situación en las provincias fronterizas de Afganistán donde se están concentrando los combatientes de ISIS, muchos de los cuales son nacionales de los países de la OCS", dice el texto.
Esa organización terrorista, prohibida en Rusia y muchos otros países, logra mantener sus capacidades de combate a pesar de que se ve obligada a enfrentarse a los talibanes, al Ejército del Gobierno afgano y a las fuerzas de la coalición internacional.
Afganistán vive una situación de inestabilidad política, social y de seguridad a raíz de los ataques que lanza el movimiento Talibán y, desde 2015, el grupo terrorista ISIS, pese a la fuerte presencia militar de EEUU y otros países de su órbita.
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La OCS se fundó en 2001 en Shanghái como una organización intergubernamental de funcionamiento permanente, actualmente la integran China, India, Kazajistán, Kirguistán, Pakistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán.
Afganistán, Bielorrusia, Irán y Mongolia participan en la OCS como observadores; Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Nepal, Sri Lanka y Turquía poseen el rango de socios de diálogo.