"Espero, señora presidente, que el Consejo pueda reunirse en los próximos días para dialogar más sobre cómo podemos maximizar el proceso político, a partir de los esfuerzos de Astaná, pero también tener una discusión seria sobre cómo podemos evitar un ataque militar contra los habitantes de Idlib", afirmó Pierce.
El 7 de septiembre, Rusia, Turquía e Irán mantuvieron una cumbre en Teherán sobre la situación en Idlib, en la que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, elevó una propuesta para declarar un cese al fuego en la provincia siria.
El embajador turco ante la ONU, Feridun Sinirlioglu, dijo durante la reunión del Consejo de Seguridad que una operación militar en Idlib podría jugar a favor de los terroristas por aislar y radicalizar a más sirios.
Sinirlioglu subrayó que para que una tregua en Idlib sea exitosa deben existir garantías de que los civiles y grupos opositores no serán un blanco en su huida de la provincia ubicada en el noroeste del país.
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Pese a que las autoridades sirias han recuperado el control sobre la mayor parte del territorio tras años de enfrentamientos contra terroristas y grupos de la oposición, la zona de Idlib se mantiene como un bastión de la insurgencia.
El 25 de agosto, un portavoz del Ministerio de Defensa ruso dijo que terroristas planeaban escenificar un falso ataque químico en Idlib para provocar ataques de países occidentales contra el Gobierno sirio al que considerarían responsable de la ofensiva.