Horas antes, el titular de Defensa británico, Gavin Williamson, acusó a Rusia de haber "cometido un ataque en suelo británico, provocando la muerte de una ciudadana británica", sin presentar prueba alguna.
"Las declaraciones de Gavin Williamson de que Rusia tiene que ver con la muerte de Dawn Sturgess es un viejo buen mantra sobre el tema 'lo hicieron los rusos'", dijo la Cancillería rusa a través de la red social Twitter.
El 30 de junio, los británicos Dawn Sturgess y Charlie Rowley ingresaron en un hospital tras perder el conocimiento en su domicilio de Amesbury, condado de Wiltshire.
La policía estableció que ambos fueron intoxicados con una sustancia de acción neuroparalizante.
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Mientras Rowley sigue en estado grave, el 8 de julio Scotland Yard comunicó que Sturgess falleció, por lo que los detectives británicos lanzaron una investigación por asesinato.
Desde el primer momento, el Gobierno británico acusó a Rusia de estar detrás del ataque, aunque Scotland Yard todavía continúa la investigación.
Moscú rechaza categóricamente las acusaciones y las considera infundadas.
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