Según informan los medios locales, Torrent visitó a la expresidenta del Parlamento catalán Carme Forcadell y a la consejera de Trabajo durante la pasada legislatura, Dolors Bassa.
Por su parte el presidente de la Generalitat (Gobierno catalán), Quim Torra, también visitó a los líderes independentistas trasladados a cárceles catalanas.
Torra llegó en automóvil oficial alrededor de las 19.30 (hora local) a la prisión de Lledoners, donde se encuentran el ex vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, el exconsejero de Exteriores, Raül Romeva, el expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y diputado de Junts per Catalunya (JxCat) Jordi Sànchez y el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.
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Torrent y Torra hicieron una declaración institucional conjunta en el Parlamento en la que aseguraron que el acercamiento no es "un gesto político ni una negociación", sino una "obligación".
La marcha arrancará en el municipio más cercano a la prisión, Sant Joan de Vilatorrada, y se dirigirá hacia el centro penitenciario en el que se encuentran desde este miércoles el ex vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras, el exconsejero de Exteriores Raül Romeva, el expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y diputado de Junts per Catalunya (JxCat) Jordi Sànchez y el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart.
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El jueves 5 de julio se completará el traslado a cárclees catalanas de los líderes independentistas que se encuentran en prisión preventiva como medida cautelar por riesgo de fuga, mientras se los investiga por supuestos delitos de rebelión, malversación de fondos públicos y desobediencia relacionados con la organización del referéndum unilateral de autodeterminación del 1 de octubre de 2017.
La decisión de trasladar a los líderes encarcelados a prisiones catalanas, reclamada por algunos partidos como medida de distensión en el conflicto político en Cataluña, fue criticada por conservadores y liberales, y también por algunos sectores del independentismo, que consideran que el Gobierno de Cataluña se convierte con ello en "carcelero" de sus propios políticos.
El acercamiento de los presos era una demanda de varios partidos políticos, que reclamaban el paso como una medida de distensión en el conflicto político catalán.
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Sin embargo, el Gobierno catalán aseguró a través de la portavoz de la Presidencia, Elsa Artadi, que su objetivo es la liberación al considerar que no cometieron ningún delito.
El portavoz de JxCat, Eduard Pujol, calificó la medida de "caridad".
"No queremos ni caridad ni márketing político: queremos justicia", dijo el pasado 28 de junio el en una rueda de prensa en el Parlamento catalán.
Para la formación independentista, "detrás de este acercamiento de presos hay una voluntad de blanquear la imagen" del partido socialista, que participó "como unos hooligans en toda la estrategia" del anterior Ejecutivo de Mariano Rajoy.
"Ni prisión ni exilio, ya basta", aseveró Pujol.