"Es un camino a la desnuclearización completa de la península coreana, la construcción de un régimen de paz sólido y duradero en la región y el restablecimiento de relaciones entre ambos países", señala el nuevo Ejecutivo español.
Además, España saluda los esfuerzos de los países de la región, de la Unión Europea y de los países iberoamericanos "para mantener la cohesión y la coherencia de la comunidad internacional en torno a la cuestión de la no proliferación nuclear, un principio central para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, y aboga por seguir manteniendo esa cohesión en el proceso de negociación que se inicie ahora".
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Sin embargo, el Ejecutivo español llama la atención sobre la necesidad de resultados objetivos que lancen un claro mensaje a toda la comunidad internacional sobre la firmeza del régimen de no proliferación nuclear y manifiesta su buena disposición "de avanzar hacia una normalización de sus relaciones con la RPDC a medida que esos resultados objetivos se vayan produciendo".
La cita entre los líderes se iba gestando desde inicios de marzo y fue precedida por dos cumbres intercoreanas, las primeras en celebrarse en una década.
La reunión desembocó en la firma de un documento conjunto en el que ambas partes confirmaron su voluntad de establecer unas nuevas relaciones bilaterales.
Kim reafirmó su compromiso con la desnuclearización total de la península coreana, y Trump prometió garantías de seguridad a Pyongyang.