"Lo fundamental es que Nicaragua salga de esta crisis a través de un proceso democrático, en paz, y creemos que la mesa de diálogo es una instancia muy importante para eso", dijo Urrejola, jurista chilena especializada en derechos humanos y derecho indígena.
La CIDH espera "que en este impasse (…) logren un acuerdo para que la mesa continúe; entiendo que nombraron una comisión más pequeña para seguir negociando", añadió.
La Conferencia Episcopal anunció el 23 de mayo en un comunicado la suspensión del diálogo nacional iniciado el 16 de este mes entre el Gobierno de Daniel Ortega y la Alianza Cívica, debido a la falta de avances.
La Iglesia Católica había aceptado mediar en el diálogo con el fin de detener los enfrentamientos entre el Gobierno y los manifestantes, luego de que el Ejecutivo aceptara la visita de una misión de la CIDH encabezada por Urrejola.
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Una de las conclusiones del informe es que desde el 18 de abril pasado, cuando comenzaron las protestas, murieron al menos 76 personas y 868 resultaron heridas en choques entre manifestantes y la policía.
La CIDH realizó de manera preliminar 15 recomendaciones al Estado, entre ellas cesar la represión y la detención arbitraria de quienes participan de las protestas, y crear un mecanismo de investigación internacional sobre los hechos de violencia ocurridos en el país.
El mecanismo de investigación internacional es necesario, indicó la relatora, porque "lamentablemente no hay confianza (de la población) respecto" a la Comisión de la Verdad, aprobada en abril pasado por el parlamento para indagar en los hechos de violencia.
Urrejola indicó que no hubo todavía una reacción oficial de parte del Estado, porque el informe fue presentado esta misma semana.
Pero la CIDH vio "con buenos ojos" que la mesa de diálogo, de la que es parte el Gobierno, haya llegado el lunes a un acuerdo respaldando sus recomendaciones porque eso significa, en parte, que ya hay una respuesta de que se trabajará en las sugerencias, observó la experta.
"Para nosotros la mejor respuesta posible sería tener una nueva visita y concordar un plan de seguimiento", afirmó, aunque aclaró que aún la Comisión debe redactar y entregar el informe final, que prevé esté pronto en junio.
Investigación de la CIDH
La CIDH obtuvo la anuencia del Gobierno de Ortega para visitar Nicaragua después de haberla solicitado dos veces, y debido a que fue una condición que puso la Conferencia Episcopal para intermediar en el diálogo.
Antes de llegar a Nicaragua, la CIDH solicitó reuniones con Ortega y con la vicepresidenta Rosario Murillo, que no se llevaron a cabo.
Sin embargo, los representantes del organismo internacional pudieron entrevistarse con integrantes de la policía, de organismos de salud, del Ministerio Público, de la Corte Suprema de Justicia, del Instituto Médico Legal y del ejército, entre otros.
La relatora explicó que la cifra de 76 muertos se obtuvo cotejando las distintas listas de fallecidos aportadas por la Policía y la sociedad civil, que "eran más o menos coincidentes".
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Las entrevistas que la CIDH sostuvo con representantes de organizaciones de derechos humanos y del parlamento, así como con familiares de las víctimas, heridos y periodistas, le permitieron establecer las razones por las cuales comenzaron las manifestaciones el 18 de abril.
Pero las protestas se intensificaron a raíz de los cambios al sistema de pensiones que realizó el Gobierno, y por la condena de los manifestantes a las muertes en los choques con la policía y a lo que entienden como ausencia de justicia por esos hechos, indicó la comisionada.
La CIDH sigue de cerca lo que ocurre en Nicaragua; aplicó hasta el momento dos medidas cautelares a un grupo de estudiantes y a otro integrado por personas que denunciaron represalias y sigue recibiendo pedidos para dar más protección a civiles que denuncian amenazas, detalló.
Mientras tanto, la violencia continúa.
El 23 de mayo murieron al menos dos personas y otras 54 resultaron heridas en un enfrentamiento entre manifestantes y grupos afines al Gobierno en la ciudad de León (oeste), dijeron la Cruz Roja y familiares, citados por el diario local La Prensa.