"El Gobierno está determinado a combatir estas conductas con todos los medios policiales y judiciales a su alcance", afirmó el presidente del Gobierno español en una rueda de prensa ofrecida en Argel, donde participó en una cumbre con dirigentes locales.
Su objetivo, según reflejaron en un manifiesto, es "tomar las calles" y "parar el país" para conseguir "la construcción efectiva" de una república catalana independiente.
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Entre las acciones llevadas a cabo por estos grupos destacan las multitudinarias concentraciones ante la Delegación del Gobierno en Barcelona o la realización de múltiples cortes de carretera, protestas que en ocasiones derivaron en enfrentamientos con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Por su parte, estos grupos aseguran que existe una campaña mediática y política para criminalizar su actividad, que a su modo de ver se basa en acciones reivindicativas no violentas.
Este 2 de abril, la Fiscalía de la Audiencia Nacional de España anunció que llevará a cabo distintas actuaciones para analizar si los actos de los CDR pueden ser constitutivos de delito.
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Además de mostrar su disposición a "combatir" a los CDR, Rajoy rechazó las críticas vertidas por el partido liberal Ciudadanos sobre los Mossos d’Esquadra (la policía catalana, actualmente bajo el mando del Gobierno español).
Rajoy rechazó estas acusaciones y afirmó que "no tiene sentido crear una polémica sobre la actuación de los Mossos en este momento" sino que habría que "criticar a esos comités de personas violentas".