"No se trata de que sean enviados enseguida al lugar concreto de combates, pero en caso de que tengan lugar acciones agresivas se estudiarán opciones de su uso", aseveró, citado por el servicio ucraniano de la BBC.
El embajador señaló que los temores de que la entrega a Kiev de este tipo de arma incremente la confrontación en Donbás carecen de fundamento.
"El énfasis se hace justamente en incrementar las capacidades de Ucrania en caso de nuevas acciones agresivas, es un factor de contención", explicó.
Según Chali, los militares ucranianos todavía deben aprender a utilizar los Javelin, por lo que ahora se debate el tema de los entrenamientos y preparación.
A finales de diciembre trascendió que EEUU había aprobado el plan para suministrar a Ucrania armamento letal, incluidos los misiles antitanque Javelin.
En un principio, EEUU prevé entregar a Kiev 35 lanzaderas.
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Rusia ya había advertido que suministrar armas a Kiev no contribuiría a normalizar la situación en Donbás ni a cumplir los acuerdos de Minsk destinados a restablecer la paz en esa región ucraniana.
Por ejemplo, el exministro de Exteriores y actual presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, indicó que sería una decisión "muy arriesgada y contraproducente".
El Gobierno ucraniano lleva a cabo desde abril de 2014 una operación militar en Donbás que hasta la fecha ha provocado más de 10.300 muertos, según estimaciones de la ONU.
El Ejército gubernamental combate a las milicias en el este del país donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al violento cambio de Gobierno ocurrido en Kiev en febrero de 2014.
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Kiev ha acusado en reiteradas ocasiones a Moscú de interferir en los asuntos internos de Ucrania, mientras que Rusia ha subrayado repetidamente que no es parte del conflicto en Ucrania y que desea que el país vecino supere cuanto antes la crisis.
