El 13 de noviembre la televisión RT America se vio obligada a inscribirse como "agente extranjero" ante la posibilidad de que de lo contrario su jefe se viera arrestado y las cuentas, congeladas.
"Después de eso varios socios estratégicos nos informaron de que no podrán seguir prestándonos sus servicios, ya que no pueden proporcionar servicios a un agente extranjero, otros socios nos dieron a entender que endurecerán las condiciones", dijo Simonián.
La directora de RT también comunicó que actualmente los empleados del canal trabajan en unas condiciones muy difíciles tanto desde el punto de vista psicológico, como administrativo.
Simonián explicó que la inscripción como "agente extranjero" puede acarrear graves consecuencias jurídicas y poner en riesgo la seguridad de los empleados de la cadena: las autoridades estadounidenses podrán exigir todos los datos del canal y, además, tendrán acceso a la información sobre las personas entrevistadas por la cadena.
Respuesta de Rusia
Un proyecto de ley que prevé multas de hasta 5 millones de rublos (unos 85.580 dólares) por violar la ley sobre medios declarados agentes extranjeros en Rusia fue presentado ante la Duma de Estado (Cámara baja rusa).
Mientras funcionarios podrían enfrentarse a una multa de hasta 200.000 rublos (3.423 dólares) mientras las personas jurídicas a una multa de 5 millones de rublos, señala el documento.
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El documento, preparado por el presidente del Comité de Legislación Constitucional del Senado ruso, Andréi Klishas y el jefe del Comité de Legislación de la Duma de Estado, Pável Krashenínikov, explica que por una violación burda se comprende una violación múltiple (más de dos veces al año) de la ley sobre agentes extranjeros.
Klishas señaló que el anteproyecto tiene un carácter preventivo.
"Las medidas propuestas están orientadas más a prevenir acciones ilegales hacia los medios de comunicación rusos por parte de los Estados extranjeros en los territorios donde su actividad se ve limitada", dijo a Sputnik.
A la vez Klishas señaló que la iniciativa no prevé limitaciones a la actividad de los medios extranjeros y a la libertad de expresión.
Las medidas propuestas, matizó, son más suaves en comparación con las previstas por la legislación estadounidense.
La nueva norma fue aprobada después de que el Gobierno norteamericano obligara al canal de televisión RT America a inscribirse como agente extranjero alegando la ley FARA, que data y fue introducida en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.
La directora de RT y Sputnik, Margarita Simonián, calificó las exigencias de Washington de atropello a la libertad de expresión.