La dura decisión de Xi Jinping puede afectar de una manera muy severa a la economía norcoreana, teniendo en cuenta que China representa el 93% del comercio exterior de la RPDC.
En 2015 la cantidad de inversión extranjera directa acumulada de la RPDC en China ascendió a 116 millones de dólares, en total, se realizaron 629 proyectos, según las cifras presentadas por el Ministerio de Comercio chino.
Las autoridades de la provincia china de Jilin, que se encuentra en la zona fronteriza con Corea del Norte, anunciaron el año pasado planes para establecer zonas económicas conjuntas con la RPDC, pero la actual política de China los descarta, destacan Vladímir Ardaev y Andréi Olfert en su artículo para Sputnik.
Aparte de eso, hay una enorme zona gris en el intercambio de productos básicos entre China y Corea del Norte. Estos países comparten un largo río, que en chino se llama Yalú, y en Corea del Norte denominan Amrok-gang.
Los residentes de las zonas fronterizas la utilizan para intercambiar bienes. En los últimos años, el número de mercados provisionales en Corea del Norte, que venden este tipo de mercancías, ha crecido casi cinco veces, y su volumen de negocios no puede ser contabilizado.
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Todas las empresas mixtas chino-norcoreanas deben ser cerradas con fecha límite el 10 de enero de 2018. La única excepción abarca las compañías sin fines de lucro y los proyectos en la esfera de servicios públicos.
Las nuevas sanciones se suman a las anteriores, del 5 de agosto, que incluían la prohibición de importar hierro, carbón, plomo y mariscos de Corea del Norte, aumentar el número de trabajadores norcoreanos empleados en otros países, lanzar nuevos proyectos conjuntos y ampliar los existentes.
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