"Este proyecto de ley propone alterar permanentemente el principio fundamental del sistema autonómico", denunció el destacado miembro del Ejecutivo nacionalista ante el pleno del Parlamento de Holyrood, en Edimburgo.
El texto superó su primer obstáculo parlamentario, en la Cámara de los Comunes de Westminster, en la madrugada del martes 12 con una mayoría de 36 votos a favor del Ejecutivo de Theresa May.
Desde entonces se han registrado 136 enmiendas suscritas por diputados de casi todos los partidos, incluidos conservadores favorables y contrarios al Brexit.
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Los Gobiernos de Escocia y Gales también exigen modificaciones al texto actual antes de someterlo al escrutinio de sus respectivas Asambleas nacionales, según desafió el consejero escocés.
"El proyecto de ley de la Retirada de la UE parece ser una decisión deliberada del Gobierno de Reino Unido para utilizar el proceso del Brexit como tapadera para hacerse con competencias en áreas de política claramente bajo la responsabilidad de este Parlamento", denunció en Holyrood.
"En áreas de responsabilidad autonómica vitales para el éxito de Escocia, como agricultura, medio ambiente, pesca, bosques, investigación o cooperación judicial, el Parlamento escocés no tendrá voz sobre lo que retorna de la UE", protestó Russell.
Existe una tradición constitucional, la llamada convención "Sewell, por la que el Gobierno de Reino Unido "normalmente" no legisla sobre materias transferidas a las autonomías sin el consentimiento de los respectivos parlamentos regionales.
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Un choque de Edimburgo y Cardiff con Londres sobre la ley Brexit abriría una crisis constitucional sin precedentes desde la instauración del sistema autonómico hace casi veinte años.