"Nosotros, y yo personalmente, nunca nos olvidamos del rol histórico que tuvieron Rusia y el Ejército soviético en la victoria sobre el fascismo", dijo Netanyahu, recibido por el presidente ruso, Vladímir Putin, en su residencia de Sochi, en el suroeste de Rusia.
El jefe del Gobierno israelí agradeció a Putin su decisión de ayudar a los veteranos de la Segunda Guerra Mundial que residen en el país hebreo.
"No es casual que el oficial soviético de ascendencia judía quién estuvo al frente de la famosa rebelión en Sobibor sea un héroe nacional tanto aquí en Rusia como en nuestro país, Israel", expresó Netanyahu.
A su vez, Putin constató que Israel y Rusia crearon un mecanismo eficaz de cooperación, por lo que las autoridades de ambos países pueden rápidamente reunirse en cualquier momento.
"Estamos satisfechos con el desarrollo de las relaciones bilaterales entre Rusia e Israel", dijo el presidente ruso y destacó los "esfuerzos directos" de Netanyahu, que según él contribuyeron a este desarrollo.
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El campo de exterminio nazi de Sobibor fue creado en marzo de 1942.
El campo de Sobibor funcionó entre marzo de 1942 y finales de 1943 y, según los historiadores, los nazis asesinaron en Sobibor a unos 170.000 judíos de Polonia, la Unión Soviética, Checoslovaquia, Holanda y otros países de Europa.
Rusia fue invitada a participar en el proyecto de renovación del museo en 2013.
Pero en julio pasado, en una reunión del comité internacional del proyecto formado por los cuatro países, Polonia anunció que la construcción del monumento seguiría sin Rusia.
Moscú se mostró decepcionado con esa decisión, mientras que la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, criticó en particular la posición de Israel por no oponerse a la expulsión de Rusia del proyecto.
"Para mi como ser humano la posición de ese Estado sobre el tema es totalmente inadmisible y creo que casi constituye una traición histórica", declaró Zajárova a título personal.
