"Las medidas de respuesta a esas acciones inadmisibles se siguen debatiendo", indicó Demmer.
La empresa alemana Siemens anunció el 21 de julio la rescisión de los contratos con las empresas rusas para el suministro de equipos a las centrales eléctricas por el supuesto "desvío" de sus cuatro turbinas destinadas inicialmente para un proyecto en el sur del país.
El pasado día 10, Siemens anunció que estaba investigando cómo cuatro turbinas fabricadas por la empresa acabaron en Crimea y si su entrega constituía una violación de los contratos de suministro y del régimen de sanciones, impuestas a la península rusa por la Unión Europea.
Lea más: Las turbinas de la discordia: Siemens, Crimea y las sanciones
Moscú declaró en repetidas ocasiones que respeta la decisión de los habitantes de Crimea, los cuales votaron democráticamente y en plena conformidad con el derecho internacional y la Carta de la ONU.
En septiembre de 2016, el presidente ruso Vladímir Putin dio por "cerrado históricamente" el tema de la pertenencia territorial de Crimea.