"No tenemos canales específicos de comunicación con Pyongyang a pesar de que es nuestro vecino cercano", dijo al intervenir en la Fundación Körber, organización no lucrativa y plataforma de discusión de la agenda política.
El 4 de julio, Corea del Norte anunció un exitoso ensayo del misil balístico intercontinental Hwasong-14 que, según el comunicado oficial, se elevó a una altitud de 2.802 kilómetros durante 39 minutos de vuelo y cayó a una distancia de 933 kilómetros en el mar del Este (mar del Japón).
Según Tokio, el proyectil cayó dentro de la zona económica exclusiva de Japón.
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Militares surcoreanos conjeturaron que el misil norcoreano tendría un alcance de entre 7.000 y 8.000 kilómetros, lo suficiente para alcanzar la ciudad estadounidense de Seattle y el estado de Alaska (noroeste).
El Ministerio de Defensa ruso, entretanto, estimó que fue un misil de alcance intermedio que logró una altitud de 535 kilómetros y cayó a unos 510 kilómetros del lugar del lanzamiento.
Esta prueba de un misil balístico —la décima en lo que va de año, si se cuentan dos lanzamientos fallidos en abril, y la primera de un misil balístico intercontinental, según Pyongyang— coincidió con el Día de la Independencia en EEUU y fue calificada por la Agencia Telegráfica Central de Corea (KCNA) como "un regalo para los bastardos estadounidenses".
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En 2016, Pyongyang llevó a cabo más de 20 ensayos de misiles balísticos, además de la cuarta y la quinta pruebas nucleares, pese a las prohibiciones del Consejo de Seguridad de la ONU.