"Esperamos que Corea del Norte cese todos los lanzamientos con tecnología de misiles balísticos y abandone de una vez por todos sus programas de misiles balísticos de una manera completa, verificable e irreversible, tal y como exige el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", dice la declaración de un portavoz de la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
Se indica que la UE, por su parte, "examinará una respuesta adecuada, en estrecha consulta con los socios principales y en consonancia con la postura del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, incluidas posibles medidas restrictivas adicionales".
Además, la Unión instó a Corea del Norte a "participar de buena fe en un diálogo creíble con la comunidad internacional para conseguir la desnuclearización (…) de la península coreana".
El ministro de Exteriores de Alemania, Sigmar Gabriel, también instó a que Corea del Norte acabe con sus pruebas, al condenar firmemente el nuevo ensayo de Pyongyang.
"Se trata de una nueva calidad de la amenaza a la paz y la seguridad por parte de Corea del Norte", expresó el diplomático.
A la vez, Gabriel señaló que "Alemania y sus socios van a insistir en que las sanciones contra el régimen de Pyongyang se realicen de forma eficaz y coherente".
Pyongyang lanzó el 4 de julio un nuevo misil balístico que, tras cubrir una trayectoria de más de 930 kilómetros en 40 minutos, cayó en el agua dentro de la zona económica exclusiva de Japón.
Los gobiernos de Japón y de Corea del Sur condenaron el lanzamiento y advirtieron que se trata de una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó varias resoluciones que conminan a Corea del Norte a abandonar el desarrollo de su programa nuclear y de misiles balísticos; la más reciente, aprobada en junio de 2017, agrega a varias personalidades y entidades jurídicas a la lista de sanciones.